28 enero 2010

El habilidoso Thomas Denton, un personaje versátil

Thomas Denton, ............quizás poco nos dice este nombre.

Será necesario entrar en algunos recovecos históricos, para desentrañar su historia.

El ilusionista desenmascarado

Es famosa la controversia entre el célebre mago italiano Pinetti y el abogado y mago aficionado Henri Decremps, sobre fines de 1700.

Sea cual fuere la razón de la disputa, lo cierto es que Decremps, publicó el libro "La Magie Blanche Devoilée" (La magia blanca al descubierto), donde expuso - según su criterio - los secretos de los juegos de Pinetti.

No vamos a profundizar en este tema harto conocido, pero es necesario mencionarlo para entrar en esta historia.

El libro escrito en francés, resultó tan popular y exitoso en sus días, que fue traducido a varios idiomas.

La versión inglesa conocida como “The Conjurer Unmasked” (El ilusionista desenmascarado), fue editada y publicada por nuestro hombre, Thomas Denton.

Como puede observarse en la portada del libro, Thomas figuraba como traductor y editor, y en el prefacio, comentaba que el libro contenía bastantes agregados y comentarios de su autoría, y también de otras personas.


Quizás haya sido ese el motivo por el cual Denton pasó a la posteridad mágica.

Thomas realizó las ediciones de 1785, 1788 y 1790 de obra citada, la cual podía comprarse en la librería de su propiedad.

El Lecho Celestial

Para conocer un poco mas otras facetas de su personalidad, vale la pena referirse a otros personajes de su tiempo.

Era la época de Gustavus Katterfelto, aquel que se llamaba asimismo Doctor, quien siempre iba acompañado por un gato negro, y que realizaba experimentos científicos y magia, y que es considerado como un charlatán por algunos historiadores y como algo parecido a un científico por otros.

El mayor competidor de Katterfelto era un escocés, también llamado “Doctor”: James Graham, un estafador de primera.

El Dr. Graham presentaba y ponía a disposición del público, su Templo de la salud y el himeneo, y una de las características mas importantes de ese negocio, era el llamado “Lecho Celestial”, el cual se ofrecía a todas aquellas parejas que no podían concebir hijos.

El Dr. escocés aseguraba a los matrimonios, que al acostarse y cumplir el cometido correspondiente para procrear en la citada cama celestial, al cabo de 9 meses, con seguridad conseguirían los ansiados herederos.

Pero hay que agregar un pequeño detalle adicional, el servicio no era gratis !

Cada noche que se utilizara la Cama Celestial, los honorarios por su uso, ascendían a la nada despreciable suma de 100 libras.

Este sorprendente mobiliario había costado 12.000 libras, y estaba maravillosamente tallado con decorados dorados, gasas, y todos los ornamentos que podamos imaginar.

Estaba sostenido por 28 pilares de cristal, con cortinas carmesíes de sedas y borlas sumamente lujosas. ¡Toda una pinturita¡

Aquí es donde aparece Thomas Denton, dado que fue él, quien diseñó y construyó este aparataje tan “mágico” y prometedor.

Una parafernalia, por la cual deben haber pasado muchos matrimonios, con esperanzas de tener descendencia.

No se conoce cuantas parejas cumplieron su cometido en aquel lujoso lecho, pero sin duda, Graham recaudó mucho dinero por tal loable acción.

Los autómatas de Denton

Retornando al personaje principal, y a actividades menos carnales, parece que Thomas construyo algunos autómatas, entre ellos una figura parlante, y otra que escribía.

Del primero de ellos, se ha dicho que Denton había observado una figura similar en 1783 exhibida por un artista callejero, quien ofrecía el secreto a cambio de 50 guineas.

Haya pagado o no aquel dinero, lo cierto es que realizó una copia para utilizarlo en su propio provecho.

La descripción de los autómatas, tomada de un aviso de venta, informaba que la muñeca parlante media cerca de 50 centímetros de altura, que se podía preguntar en cualquier idioma, y además existía la posibilidad de hablarle en un susurro.

Para evitar que el público pensara acerca de alguna comunicación entre autómata y probable operador, estaba colgada de una cinta , la cual podía ser examinada, y más, se ofrecía que quien lo deseara podía sostener la muñeca en sus manos.

Otra actividad lucrativa, y el triste final

Pasando a otros oficios, Denton conocía algo acerca de instrumentos tales como el pantógrafo, y también se había especializado en el tallado de metales para carruajes.

El desarrollo de esta profesión, lo conectó con gente dedicada a actividades non santas relacionadas con los metales, mas específicamente con la emisión de dinero, con lo cual paso a convertirse en un acuñador “no oficial” de moneda.

Su osadía, y porque no su soberbia, lo llevaron a creer que sería capaz de conseguir una imitación tan perfecta de las monedas del reino, que nadie detectaría la falsificación.

Pero algo debe haberle fallado, porque fue descubierto al encontrarse en su poder las herramientas para la fabricación de monedas, y la pena resultó durísima: fue condenado a morir en la horca.

Sus versátiles habilidades, no le alcanzaron para escapar del drástico veredicto.

Fue colgado frente a la prisión de Newgate, el 1º de julio de 1789.

22 enero 2010

La mujer perfecta no existe

La pluma del mago y querido amigo Marroche, plantea un interesante enfoque filosófico-humorístico, acerca de la aseveración del titulo de este artículo.

Probable algún compañero no se sienta identificado, pero creo que Marroche ha dado en el centro del pensamiento del artista mágico.

Lo que sigue fue publicado en la excelente Revista E.M.A.GIC Nº 59/60, órgano oficial de la Entidad Mágica Argentina, a comienzos del año 2002.

El mago enfermo (autor: Mago Marroche)

Aquella tarde, nuestro amigo el mago sufrió una indisposición.

Su esposa lo acompaño al médico, quien luego de revisar al paciente, le pidió a la mujer que esperara afuera.

Ya a solas con ella, le dijo:

"Señora, su esposo tiene una grave enfermedad que lo puede llevar a la muerte si Usted no hace todo lo que le voy a decir.

Por la mañana, despiértelo con música de magia.

Luego mientras desayuna, charle sobre los juegos que hicieron los magos en el último congreso, y a la hora del almuerzo o cena, ponga en el televisor los últimos videos de magia, mientras con el control remoto hace todas las paradas de cuadro y retroceso que le pida.

Durante el día, acompáñelo a ver espectáculos y tiendas de magia; los martes acompáñelo a las reuniones de la Entidad Mágica Argentina, y los días de remate, ayúdelo a traer todo lo que el compre y colóquelo dentro de cajas que pondrá dentro de otras cajas, que colocará a su vez en los techos de los muebles que ya están llenos de juegos de magia.

No le reproche que la caja de desaparición que compró es la número 97, y que ya tenía 263 dediles iguales.

Vístase con la ropa de partenaire que le regaló hace unos años y ayúdelo en la creación de nuevos juegos.

En su cumpleaños, hágale una torta con forma de galera, regálele una corbata con naipes, e invite a sus magos amigos.

Si hace todo lo que le indiqué, su esposo se curará."


La señora regresó a la sala de espera.

Su esposo, sin levantar la mirada del libro de magia que estaba leyendo le preguntó:

- Querida, ¿ qué te dijo el médico ?

- ¡¡ Que lamentablemente te vas a morir ¡!!

11 enero 2010

La Zampillaerostación y El Hombre Mosca

En la segunda mitad del siglo XIX, hubo actos de circo que llamaron mucho la atención del público, pero de lo que he leído, hubo dos especialmente que en mi opinión, fueron de lo mas espectacular: la Zampillaerostación y el Hombre Mosca.

Se trataba el primero de un número sin igual de trapecio volante, mientras que el segundo, era una peligrosa rutina donde un acróbata caminaba cabeza abajo, sobre una plataforma a varios metros de altura.

El primero en volar: Jules Léotard - El leotardo

Jules Léotard, fue un acróbata francés quien en 1859, presentó por primera vez el trapecio volante, realizando saltos mortales, que causaron sensación en Europa.

En un acto de poco mas de 10 minutos, Léotard realizaba sus cabriolas entre tres trapecios alineados, pasando de uno a otro y volando literalmente por el aire.

Terminaba su acto con un salto mortal, aterrizando finalmente en el suelo.

Por cierto que su seguridad no estaba protegida con las redes actuales de los circos, sino que era simplemente un par de colchones apilados.

Usaba un traje desarrollado por él mismo, que consistía en una malla enteriza muy ceñida al cuerpo, que le permitía una amplia libertad de movimientos, muy similar (salvando las diferencias), a los usados hoy día por buceadores y bailarines.

Aquella prenda pasó a ser la vestimenta “oficial” de los acróbatas y gimnastas, y aquel uniforme tomó el nombre en su honor, y se lo conoce como leotardo.

Jules murió intentando un salto cuádruple.

Los Hanlon Lees y su Zampillaerostación

Los hermanos Hanlon, eran un grupo de acróbatas que a mediados del siglo XIX, formaron una troupe junto con su instructor John Lees.

Después de la muerte del mentor, y en su recuerdo, el grupo pasó a llamarse Hanlon Lees.

Informados de la novedad introducida por Léotard, uno de los hermanos se hizo presente camuflado entre el público en el espectáculo del francés, y a partir de allí fue que desarrollaron su famoso número del vuelo del trapecio, al que denominaron con el llamativo nombre de Zampillaerostación.

La rutina comenzó a ser imitada y ejecutada por muchos acróbatas, pasando a ser una de las mas espectaculares de su tiempo.

En 1863, los Hanton Lees trabajaron en Argentina, con su famoso número.

El Hombre mosca – Charles Bliss

Rutina riesgosa, debida a lo cual algunos acróbatas sufrieron accidentes al desplomarse desde la altura.

Consistía como ya expresé, en caminar cabeza abajo a varios metros de altura.

Se dice que quien originó este acto, fue el alemán “Signor Bliss” (Charles H. Bliss 1826 / 1906).

La soltura y tranquilidad con que se realizaba esta rutina, hacía que la misma luciera más como una ilusión o prueba de magia, que como una suerte de circo.

Algunas de las artistas mas conocidas y famosas de esta especialidad, sobre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, fueron Miss Aimée, y Mademoiselle Preciosa Grigolatis.

En 1904, en el Teatro Arcade, algo no funcionó como correspondía, y Aimeé cayó al piso, pero felizmente la caída no tuvo consecuencias.

En la actualidad, hay artistas que siguen presentando esta prueba, aunque con otra tecnología mas adecuada a nuestra época.

La Zampillaerostación y el Hombre Mosca en Rosario

A principios de noviembre de 1863, el Circo Oceánico de la Compañía de acrobacia y gimnasia del Plata de Royers, anuncia con bombos y platillos, sus funciones en la ciudad.



De todas las suertes promocionadas, las dos nombradas, eran presentadas por vez primera a los rosarinos.

Era la Zampillaerostación, o el Hombre volando, un trabajo acrobático, consistente en cabriolas peligrosas y de mucho riesgo, que exigía mucha fuerza sobre el trapecio.

Trabajo de mérito sobresaliente, ejecutada en esa oportunidad por William Lawrence Teal.

Algunas personas de la ciudad que habían tenido ocasión de ver a los Hanlon en su visita a Buenos Aires, afirmaban que en nada superaban a Teal en su trabajo.

Los detalles de la prueba, eran informados por los cronistas:

Tres trapecios estaban colocados a una distancia de poco mas de 10 metros uno de otro, y en los extremos, y a una distancia aproximada de 6 metros, del primer y tercer trapecio, estaban situados dos pilares de 4 metros de altura.

Tomado del primer trapecio y parado sobre uno de los pilares se lanzaba el artista al aire.

La fuerza del impulso, desprendía al artista del primer trapecio, y volando por el aire llegaba al segundo.

Siguiendo el mismo movimiento pasaba del mismo modo al tercer trapecio, y de allí aterrizaba en el pedestal, ubicado mas allá de este último trapecio.

Toda esta operación se ejecutaba en tan breve tiempo, que apenas la vista podía acompañar en ese viaje aéreo a ese pájaro sin alas, que cruzaba el espacio.

Luego, y de diferentes modos, volaba el artista de un trapecio a otro, ya fuera con saltos mortales, o ayudado por otros tomadores ubicados en cada uno de los trapecios.

Según las crónicas, nada era mas imponente que cuando el acróbata daba un cambio de frente en el aire. Eso era sorprendente.

En la primera noche, la ejecución sufrió algún inconveniente debido al desarreglo de los trapecios, pero en la segunda velada, fue perfectamente ejecutado.

Aquel juego en los trapecios era la prueba máxima, donde el espectador llegaba al asombro, y gozaba de una impresión verdaderamente nueva.

Comentaba el cronista del periódico El Ferrocarril:

“Cuanta destreza, soltura, habilidad, tacto y arrojo son necesarios para un completo éxito en esta operación !.
Es admirable ver la elegancia de los movimientos del ejecutor de la prueba, recorriendo el aire por mas de 30 metros.
El águila que plegando sus alas hiende al aire descolgándose de las aéreas regiones, no es mas graciosa ni tiene mas audacia que el Señor Teal, cuando se lanza desde la altura de su trípode, para recorrer aquella distancia por medio de los trapecios.”


La otra acrobacia peligrosa, era el Hombre mosca, rutina siempre aplaudida y solicitada a los artistas.

Era realizada por el Director de la Compañía, el mismísimo Mister Royers, quien con una plantillas de mecanismo colocadas en sus pies, le permitían caminar cabeza abajo sobre una placa suspendida en el aire a varios metros de altura, al igual que una mosca en un cielorraso.

Para acceder a la placa y colocarse en posición boca abajo, el artista debía cumplir todo un procedimiento complicado desde un trapecio en altura.

Para realizar tal caminata, el hombre mosca se colocaba en las suelas de su calzado, una especie de sopapa de caucho natural de 10 centímetros de diámetro, y 1,5 centímetros de espesor.

Tenía un mecanismo, especie de pequeña chincheta, que a requerimiento del artista, y mediante sus pies, le permitía que se hiciera vacío casi perfecto, o que entrara aire, con lo cual las sopapas de la mosca humana quedaban adheridas a la tabla, o se despegaban para que pudiera avanzar, dando cuidadosos pasos.

La presión atmosférica, era el principio físico que regía aquella prueba.

Era de primordial importancia, que el área de la sopapa fuera calculada en forma cuidadosa en función del peso del artista, de manera de poder soportarlo, y evitar lo que sería una mortal caída cabeza abajo.

Varias compañías de circo volvieron a presentar en la ciudad ambos actos magníficos.

- A principios de 1867, el Circo Americano de Walter Aymar, con la Zampillaerostación.



- En febrero y marzo de 1869, en el teatro El Litoral, dos acróbatas catalanes, Penna y Bastos, presentan entre otros: el gran Torniquete o la Barra horizontal, y el sensacional y esperado número Leotar o el Hombre volador.

- En abril de 1873, el Gran Circo Europeo Courtney & Sandford, con la Zampillaerostación.

- Don Pablo Rafetto, el “40 Onzas”, no podía dejar de lado las pruebas espectaculares, y presentó su propio Hombre Mosca en Rosario, en su Circo Umberto 1º, durante los primeros meses de 1883.

04 enero 2010

“L´ Homme Masqué” – José Antenor de Gago y Zavala

Juan Luis Rubiales, es un excelente mago de El Puerto de Santa María, Cádiz, España, quien ha publicado un escrito sobre “L´Homme Masqué”, un personaje de la magia de finales del siglo XIX.

Juan Luis ha tenido la amabilidad de informarme de su trabajo, y me ha ofrecido la posibilidad de publicarlo en este blog.

Agradezco la atención de Rubiales por varios motivos: por su labor de investigación, por compartir el fruto de su trabajo con otros compañeros, y también por su afán de difundir, y rescatar la trayectoria de un mago un tanto olvidado en nuestros tiempos.

Hay algunos datos aportados (específicamente los referidos a Erdnase), que de comprobarse de continuar la investigación, podrían generar algunas controversias importantes.

Trascribo pues textualmente el artículo, pero quienes quieran disfrutar el original, pueden hacerlo en la "Pequeña Bitácora de Rubiales", excelente sitio que recomiendo por cierto, donde encontraran otros temas interesantes.

Gracias Juan Luis por tu gentileza, esperamos por la continuación, y vamos pues al "L´ Homme Masqué"



Me gustaría empezar el año nuevo hablando de un mago que a finales de 1800 cautivo a profanos y entendidos por toda Europa, escondido siempre detrás de una máscara negra de terciopelo que según decían, estaba forzado a llevar para ocultar su identidad por distintas razones; por un lado decían que él era un Aristócrata hijo de un diplomático europeo que se sentía avergonzado de que su hijo quisiera dedicarse a ser “Saltimbanqui”, otros decían que era un jugador de ventaja profesional y era la forma de que no lo identificaran como “habilidoso” en las mesas de juego, mientras que entre las féminas se rumoreaba que su rostro era tan bello, que su novia le puso como condición para actuar en público el tapársela para así no enamorar a ninguna otra y siempre serle fiel.

Todo alrededor de la vida y obra de este mago es un misterio, por un lado David Devant creía que era francés, Harry Houdini pensaba que era español y Bart Whaley en las notas del libro “Quién es quien en Magia” pensaba que había nacido en Chile y descendía de una aristocrática familia española, por otro lado T.A. Waters en la “Enciclopedia de Magia y Magos” menciona su país nativo como Perú y de ahí finalmente parece proceder, más concretamente de la ciudad de Arica.

Mucha de la confusión acerca de su nacionalidad es atribuida al factor que el número de ciudades con el mismo nombre “Arica” en Latinoamérica están situados en tres diferentes países Perú, Colombia y Chile. Arica por instancia es el nombre de nacimiento de una pequeña municipalidad en el Río Curaray en el Norte de Perú y también una villa justo en el norte del borde Peruano con Colombia en el Amazonas. Lo que aclara un poco la falta de entendimiento respecto a su lugar de origen es el lugar de nacimiento de los Gago. Arica la provincia de la costa del pacífico del borde Peruano-Chileno estuvo en discusión por Chile y Perú por varios años. La controversia sobre el origen de la nacionalidad se sostuvo de 1833 hasta 1929, período entero en el cual L´ Homme Masqué estuvo en la mira del ojo público debido a su grandeza.

En 1833 Arica fue cedida a Chile por 10 años. Perú y Chile disputaron los derechos de este puerto por los siguientes tres y media décadas cuando luego de un plebiscito Chile finalmente ganó soberanía sobre Arica en 1929.

Tampoco se sabe nada cierto sobre su muerte, algunos dicen que se suicidó en Paris en 1906, otros sostienen que fue en 1913 y en Austria. Aunque se han encontrado muchas referencias suyas en el Casino de Montecarlo en Julio de 1919 y en Canes en Marzo de 1920, es más su última dirección conocida es de 1924 y se cree que pasó sus últimos días en Alemania.

Se dice que el verdadero padre de la magia moderna fue él y que el atribuir a Jean Eugene Robert Houdin este menester se debía que el gobierno francés en agradecimiento a su colaboración en la campaña de Argelia, puso a su disposición al mejor periodista de su tiempo para escribir sus memorias, sea o no esto cierto, lo que si podemos decir que contribuyó en enorme manera a la magia y que según Dai Vernon esta entre los 3 mejores magos de la historia. Por un lado la primera aproximación al Doble Lift se la debemos a él, el famoso empalme de monedas de T. Nelson Downs también era de L`Homme Masque, el juego “La Expansión del tejido” que él mismo público en LÌllusionniste (Vol. II, Pág.19) y que en español podemos leer en “Estrellas de la Magia”, así como un sin fin de técnicas como su empalme de una o varias cartas desde la parte superior de la baraja o su salto a una mano como si de una floritura se tratase.

Es poco lo escrito por él, pero son muchos los libros y revistas que hablan de él y sus juegos, tales como LÍllusionist, The Art of Magic, Prestidigitation sans Bagajes, en Magic without Apparatus, en Manuel Practique DÌllusionnisme et Prestidigitación, Die Zauberwelt, Genii o en Dai Vernon a Magical Life.

O quizás no sea tan poco lo escrito por él…según investigaciones de Juan Tamariz sobre la historia de la magia, el autor real de “El Experto en la Mesa de Juego” no es S.W. Erdnase ni el mismo leído del revés E.S. Andrews, si no que su autor real fue José Antenor de Gago y Zavala (L`Homme Masque). Al parecer las fechas de publicación del libro coinciden con un vacío en la vida de José Antenor, vacío en el cual se sabe que partió hacia Canadá y que estando falto de dinero y su relación con los editores del libro, escribió bajo pseudónimo el libro de marras.

Como no recuerdo ahora mismo de memoria todos los puntos que sostienen esta hipótesis, en cuanto vea a Juan Tamariz le pediré me los vuelva a explicar detalladamente y os los trasladaré a estas páginas de mi pequeña Bitácora, así que continuara…