28 noviembre 2009

La magia en las cortes (aunque no reales)

El mundo del juicio mágico

Querellas, demandas, juicios, acusaciones, denuncias, procesados, inculpados, imputados, difamados, condenados, exculpados, excusados, exonerados, disculpados, justificados, liberados.

Y así podríamos continuar con esta lista de términos utilizados en los innumerables conflictos de magos contra magos, espectadores contra magos, magos contra policías, magos contra asistentes, y demás actores en esto que podríamos llamar: el mundo del juicio mágico.

Podría escribirse un libro dedicado a este tema con todos sus detalles. Para muestra, solo unos pocos casos.

1) La Fantasmagoría

La Fantamasgoría de Robertson tuvo tanto éxito, que su secreto fue pirateado por uno de sus asistentes.

Robertson inició un juicio que ganó, pero ya era tarde, el secreto del sistema de la fantasmagoría comenzó a desparramarse, y así fue como comenzó a exhibirse en Europa, Inglaterra y también Norteamérica.

2) La tortilla

L. Charles fue un ventrílocuo francés del siglo XIX.

Junto con sus muñecos, presentaba unos pocos efectos de magia.

Exitoso en sus funciones, se presentaba con el aparatoso título de Profesor de Ciencias Mecánicas y Recreaciones Filosóficas de Su Majestad el Rey de Prusia.

El episodio que ocupa este espacio, ocurrió en Dublín, y apareció en el periódico British Mercury un 17 de septiembre de 1823, según lo reportado por el historiador inglés Edwin Dawes.

Resulta que dos espectadores molestaban continuamente al ventrílocuo/mago en su espectáculo.

Puede entenderse tal situación, considerando que uno de los involucrados, tenía conocimientos básicos del arte mágico.

Para uno de sus juegos, el artista llamo a dos espectadores que quisieran colaborar con el.

Presurosos, se adelantaron aquellos dos tontuelos.

Al verlos venir, el sonriente artista se relamió en su interior, disfrutando por anticipado.

El efecto a realizar era el preferido del mago, para lo cual entregó a cada uno de los dos ayudantes un huevo fresco, y retuvo otro para sí.

La instrucción era que debían realizar las mismas acciones que el. Si procedían correctamente, tres exquisitas tortillas, podrían ser saboreadas luego del espectáculo.

El mago rompió el huevo y lo vertió en su sombrero, los espectadores imitaron, luego continuó arrojando los otros ingredientes, y los espectadores repitieron.

Cuando todo terminó, el mago sacó de su sombrero la deliciosa tortilla.

Podemos imaginar lo que ocurrió cuando repitieron la maniobra aquellos bromistas: toda su vestimenta quedo enfangada con toda aquella maceración contenida en los sombreros.

Los espectadores se retiraron de la escena, pero uno de ellos sumamente ofendido, arrojó contra el mago su derruído sombrero.

Mr. Charles fue demandado, no solo por haber arruinado el sombrero, sino por haber obligado a su dueño a retirarse a su casa con su coco al descubierto, lo cual parece ser, era toda una descortesía en aquella época.

En el juicio se le solicitó al artista que se disculpara y pagara por el sombrero, pero el mago hizo otra cosa mejor: tomo un pañuelo, dijo las palabras mágicas, el sombrero aludido apareció sano y salvo debajo del lienzo, y todo se resolvió.

3) El disparo y la instrucción en susurro

Hacia fines de 1902, un mago llamado Burke, fue obligado por un juez inglés a pagar un resarcimiento a un espectador.

Los hechos ocurrieron de la siguiente manera.

En su espectáculo, y durante el transcurso de una rutina donde haría desaparecer un conejo, Burke solicitó un ayudante para que subiera al escenario.

Albert Kay, que así se llamaba el espectador, curioso en descubrir el secreto del juego, subió presuroso para colaborar con el mago.

El mago sostenía un conejo con una mano, mientras que con la otra disparaba con una pistola.

Quiso la mala suerte que parte de la pólvora usada para el disparo, impactara en los ojos de Kay, por lo cual este perdió cuatro semanas de trabajo, por los cuales solicitó indemnización.

La defensa alegó que la proyección fue accidental, y que el espectador estaba fisgoneando, y había acercado demasiado su cara para descubrir como desaparecía el animalito en cuestión.

Ante tal aseveración, el demandante dirigiéndose al mago respondió:
¿ Acaso Ud. no me dijo por lo bajo que simulara estar asustado y que me inclinara un poco ? (risas en la corte).

El mago debió pagar por el lucro cesante del curioso ayudante.

Moraleja: máximo cuidado con las observaciones susurradas al oído de los espectadores cuando suben a asistir al mago.

4) ¿ Mujer Hipnotizada ?

Comento el caso de Lawson Herrmann, quien afirmaba ser sobrino del difunto Alexander Herrmann.

En enero de 1903, Lawson, de estatura mas bien alta, de buen vestir, y bien parecido el hombre por las referencias periodísticas, fue arrestado por orden judicial, bajo la acusación de hipnotizar y detener sin su consentimiento a una dama.

Joseph Sohl, electricista y Gerente del Opera House de la ciudad de Passaic (New Jersey), demandó a Herrmann con el cargo de haber encerrado y detenido a su esposa (de Sohl), en contra del consentimiento expreso de la dama.

Cuando se llevó a cabo el arresto, la mujer fue encontrada en un apartamento, aparentemente en estado de hipnosis.

Desconozco como terminó este entuerto, pero los periódicos de la época, destacaban en negritas el titular del día: “El hipnotismo es un poder maravilloso”.

Interesante es destacar, que 9 meses después del caso mencionado, el mismísimo Lawton, esta vez en la ciudad de Yonkers, decidió llevar a cabo otra experiencia de hipnosis.

El hipnotizador, intentó enterrar a su esposa en estado de sueño cataléptico en un lugar público (un parque), durante 5 días y sus respectivas noches.

El Departamento de Salud del Condado negó el permiso, y le comunicó que sería arrestado, en caso de llevar a cabo tal experimento.

Ante tal postura de las autoridades, el tal Herrmann desistió del entierro de su amada, pero lo llevó a cabo con otra persona.

El asistente soportó el “entierro” durante 3 días y tres noches, y el féretro utilizado en aquella experiencia fue cubierto con arena y aserrín para impedir su escape.

Un caso de escopeta el tal Lawson.

5) Vidente verdadero

En 1915, Bert Resse de 74 años, fue arrestado acusado de adivino y telépata.

Con pruebas fehacientes ante la corte, llegó a demostrar que tales poderes de clarividencia eran ciertos.

Tanto convenció al juez como a los reporteros presentes en el juicio, que el magistrado no tuvo mas remedio que declararlo inocente ante las evidencias ofrecidas in situ.

El periódico The New York Times, en su edición del 30 de junio de 1915, publicó un informe completo de este caso.

A quien le interese y entienda inglés, puede encontrar mas detalles de este caso en “Hazaña ante el juez”, donde se narra la rutina del mentalista en la corte.

6) Milk Pitcher

El mago, inventor, músico y director de bandas de música Richard Himber, querelló en 1945 a Percy Abbott, dueño de la renombrada Abbott Magic & Novelty Co.

Parece ser que Abbott infringía los derechos de autor, al vender y comercializar un efecto que había inventado Himber.

Se trataba del Milk Pitcher (la leche en una jarra se vierte en un cono de papel, y luego el líquido desaparece).

El juicio, como tantos otros quedo en la nada, porque Abbott continuó vendiendo el Milk Pitcher como si nada, y Himber siguió protestando, aunque sin resultado.

7) Mala vista

No hace muchos años, cerca de 1980, el London Press informaba del caso de un psíquico llamado Romark.

Confiado en sus aptitudes ESP, aquel psíquico realizaba la clásica experiencia de conducir un vehículo con sus ojos vendados.

Quiso el destino, la mala suerte, la mala vista, o un exceso de confianza en sus habilidades, que su coche impactara en forma espectacular, contra un vehículo de la autoridad policial, que estaba ubicado en un estacionamiento.

Según sus propios dichos, aquel vehículo policial "estaba ubicado en un punto ciego dentro del rango de su visión psíquica". (??????)
Signos de interrogación agregados por quien esto escribe.

La corte no pudo menos que multar al sujeto, previa recomendación que en el futuro condujera como el resto de los mortales, es decir sin venda de cegado.

Este mentalista británico, parece ser que fue el creador de un efecto que conocemos como “Puzzle”, donde un espectador elige de entre cientos de piezas de un rompecabezas, y es justamente la elegida, la coincidente con la única faltante en un cuadro (rompecabezas) de la Mona Lisa.

Romark, realizaba aquel juego con un mapa en lugar del retrato de la Gioconda del genial Leonardo.

8) Un caso de mala puntería

Todos recordamos que Howard Thurston, tenía la habilidad de arrojar cartas que literalmente volaban hasta los mas recónditos rincones del teatro.

Pero en una ocasión el destino le jugó una mala pasada.

Una de las cartas se incrustó en la sesera de un espectador produciéndole un corte.

Promovida la consecuente demanda, el juez consideró que el mago arrojador de naipes, debía indemnizar al damnificado con U$S 500.

Problema de puntería que le dicen.

Moraleja: cuidado con las cartas voladoras, en lugar de un arma de doble filo, se pueden convertir en una de “cuatro filos”.

9) El patadón de Blackstone padre

Durante 1937, en ocasión que Blackstone ejecutaba su clásico juego el floating de la lamparita, y mientras el mago se mezclaba con el público, un espectador no tuvo mejor idea que levantarse de su butaca, y pasar sus manos alrededor de la cabeza del canoso mago, intentando descubrir el secreto

Como sus esfuerzos no se vieron recompensados, volvió a su asiento.

Parece ser que después de esa actitud, Blackstone desplazándose entre las butacas, le propinó tal patadón a los tobillos al incrédulo espectador, que motivó una demanda por parte de este último.

El juez analizó el caso, y le dió un tirón de orejas al mago por desafiar a los concurrentes al pasearse entre el público, y otra recomendación al espectador, por levantarse de su asiento y molestar al mago.

Blackstone argumentó que en ningún momento trató de agredir o maltratar a aquella persona, solo fue el azar lo que produjo que su propio pie tropezara “casualmente”, con el del espectador.

La querella por U$D 5,000 fue denegada por el juez, pero según se comentó, Blackstone en su afán de congraciarse con los periodistas que cubrían el juicio, les explicó como era aquel secreto, suplicándoles no lo hicieran publico.

Y todos se retiraron felices y comieron perdices ¡

10) Querellas varias

* David Copperfield contra Herbert Becker, mago, escritor y varias cosas mas, por publicar libros y aparecer en programas de TV, donde se revelaban efectos realizados no solo por Copperfield, sino también por Doug Henning, Sigfried & Roy, etc.

* Goldin contra varios
El polaco Goldin tenía la característica de querellar a cuanto mago se le cruzara por el camino.

Demandó entre otros a Selbit y a Gran León por la ilusión de la “Mujer serruchada”, a Carl Hertz por la “Cámara Nupcial”, a pesar de no ser una invención de Goldin, a Fasola, Sears y De Biere, por ilusiones varias algunas de la cuales tenian mas años que la propia edad del polaco Goldin.

Al respecto, Houdini afirmaba que algunos de esos efectos, podrían haber sido inventados por el propio Noé en su famosa Arca.

Goldin también tuvo lo suyo. No quiso pagar a un carpintero, al considerar que el trabajo solicitado no había sido construído satisfactoriamente.

A pesar de su negativa, el polaco tuvo que saldar lo reclamado por el trabajador de la madera.

* Uri Gueller versus James Randi. Ambos litigaron el uno contra el otro, por muchos años.

11) Vidente y Peritos mágicos

Buenos Aires, 1993.

Algunas personas con distintos problemas, concurren al consultorio de una vidente conocida como Profesora Giménez de 49 años, gitana ella.

Sus títulos de psíquica, son avalados por certificados extendidos por una Asociación Mundial de Parapsicólogos.

La profesora soluciona las dificultades de los pacientes de la misma manera.

Les solicita dinero, en especial moneda norteamericana, y luego en presencia de los involucrados la vidente quema aquellos ahorros, que son los que provocan todos los males de los consultantes según sus dichos.

En otras palabras, los verdes se hacen humo.

Los damnificados como era de esperar, recurren a la justicia.

Al Dr. Norberto Quantín, Fiscal General de la Nación Argentina, y mago aficionado miembro del Circulo Mágico Argentino, no se lo ocurre mejor idea que convocar a dos conocidos colegas de Buenos Aires: Enrique Carpinetti “Kartis”, y Enrique Márquez “Aries”.

Los citados magos con sus conocimientos del arte, demuestran al tribunal lo fácil que es realizar aquella desaparición o quemado del dinero, sin que ello ocurra realmente.

Gracias a la idea de Quantin, y a los dos magos mencionados, la vidente en cuestión, fue condenada a dos años de prisión por estafas reiteradas.

Fue el primer caso en la Argentina, en que se recurrió a magos como peritos en un caso judicial.




En las fotos se aprecia al Dr. Quantín y a Kartis, en sus demostraciones ante los ojos atentos del tribunal.

20 noviembre 2009

Fantasmagoría I

Reproduzco textualmente una nota antigua referente a la fantasmagoría, que resulta interesante en mi opinión, pues en su descripción, en un estilo totalmente poético y muy clásico de la época, el cronista la relaciona con distintas etapas de la vida, llegando a una conclusión bastante sugestiva.

Reitero que he respetado la ortografía original para no quitarle encanto a este hermoso texto, aparecido en un periódico de mi Ciudad hace 146 años.

Fantasmagoría - El Ferrocarril – Rosario, Diciembre 4 de 1863

Hay muchas clases de fantasmagoría según el punto de vista que tomamos. La Linterna Májica, que produce sus variados y caprichosos cuadros, la tenemos en todas partes.

Uno que se encuentra al frente del escenario y adivina los juegos fantasmagóricos, no piensa quizás que a cualquier hora puede disfrutar de iguales visiones.

Hoy que la ciencia ha borrado los últimos restos de superstición, y la majia ha caído de su alta importancia y ha pasado a ocupar el puesto de unos tantos descubrimientos.

Hoy no se esconden los que hacen sus juegos de majia; por esto quizás ya todo el mundo los ha aprendido.

No hay un individuo que no sea capaz de producir toda una escena fantasmagórica cuando le plazca.

Y así aquella ciencia oculta y misteriosa antiguamente, esta hoy al alcance de todo el mundo.

La fantasmagoría a nadie sorprenderá si se fija un momento en lo que pasa en sí mismo. Una niña que no conoce aún las escenas del mundo, se figura en su imaginación cuadros fantásticos y llenos de aquellas escenas infantiles e inocentes que a su juicio son las únicas que existen: esa es la fantasmagoría de la infancia.

Un joven lleno de aspiraciones, su cabeza y su corazón de anhelos, ve desarrollarse ante sus ojos el lienzo del porvenir pintado con los colores mas vivos y alegres, y su imaginación ardiente lo lleva a presenciar grandes sucesos en que el es el actor principal: es la fantasmagoría de la juventud.

El enamorado solo ve escenas de amor; su amada se halla siempre entre sus ojos ya estén abiertos o cerrados, y el cuadro atractivo de sus amores permanece siempre ante su mirada: esta es la fantasmagoría del amor.

La niña que se haya en vísperas de matrimonio ve durante la noche desplegarse ante su imaginación el bello panorama de la luna de miel, con todos sus encantos, con todas sus flores, con todos sus placeres y continuamente sueña con el: es la fantasmagoría del matrimonio.

En todas las condiciones, tanto el hombre como la mujer han visto desarrollarse ante esos ojos estos cuadros: la fantasmagoría no puede ser extraña para nadie.

Pero hay también un momento en que esos cuadros se rompen, en que esas divisiones se desvanecen, en que la fantasmagoría se acaba.

La niña que llega a ser mujer, ve desaparecer como por encanto todas esas escenas infantiles y las reemplaza por otras mas serias y completamente distintas.

El enamorado que llega a sufrir un desengaño siente convertirse en espinas las flores que adornaban su camino y sus ilusiones se disuelven.

La niña que se halla unida al marido, en un momento de celos ve descorrerse el telón de sus ilusiones y aparecer en su lugar la realidad del matrimonio.

Pero hasta llegar a ese punto, cuantos cuadros, cuantas escenas fantasmagóricas no se han desarrollado ante su imaginación.

Por eso hemos dicho que cada uno lleva en su interior una linterna mágica en que la imaginación hace de luz, nuestros ojos de vidrio y el espacio de telón !.

Si falta uno de estos objetos, la fantasmagoría se disuelve. Por eso es que cuando el hombre ha llegado a esa edad en que no tiene para el influencia la imajinación, la fantasmagoría es imposible y solo vive de la realidad.

Por esto también la muger en quien la imajinación es mas viva, la mirada mas ardiente, y los ojos mas impresionables, podemos decir que en su juventud siempre vive en medio de esos cuadros.

De todos modos la fantasmagoría esta en nosotros mismos y la conocemos sin saberlo.

19 noviembre 2009

Una de circo: el “40 onzas” y los magos japoneses.

Magia y circo siempre han estado relacionados íntimamente.

Desde la época de los magos itinerantes, los artistas de circo han mezclado en su espectáculo, maravillas de equilibrios, malabarismo, contorsiones, fakirismo, incluyendo también los misterios de la magia.

La que sigue es solo una historia divertida de circo.

No creo que aporte demasiado bajo el punto de vista histórico, pero vale como anécdota graciosa, por lo rico del personaje 40 onzas.

El 40 onzas

Érase un joven genovés de físico exuberante, fortachón, y muy habilidoso en el tema de la lucha.

De complexión atlética, comienza a hacerse conocido en su tierra natal, por su afición a la lucha romana.

No había rival que pudiera competir con aquel Hércules.

El origen del mote 40 onzas, se remonta justamente a sus días de joven luchador, cuando en su ciudad natal, se presentó ante un campeón francés de lucha romana, por un premio de 40 onzas de oro.

Ante una multitud enfervorizada, que apostaba desde las tribunas grandes sumas de dinero, aquel novel gladiador dio por tierra con el campeón.

Sin embargo los jueces declararon que la espalda no había tocado el piso, y por lo tanto no podía otorgarse el premio ofrecido, por lo cual se llevó a cabo un nuevo asalto.

Nuevamente el genovés ganó la partida, pero como los jueces no daban el brazo a torcer, el joven forzudo tuvo tendido a su adversario varios minutos, vociferando que si no le entregaban el premio de las 40 onzas no lo dejaría levantar.

Los jueces no tuvieron más remedio que otorgarle el triunfo, y debieron entregarle el premio.

La ovación del público acompañó entonces al Hércules genovés, especialmente quienes habían apostado a su favor, llevándolo en andas en medio de aplausos y vítores, al grito de ¡ Viva el cuarenta onzas !, ¡ Viva el cuarenta onzas !.

De allí en más su apodo de 40 onzas, lo acompañó hasta su muerte.

Su nombre era Pablo Raffetto (1842 - 1914), quien en 1869 recaló en Argentina, donde se radicó hasta su muerte.

Uno de sus números más originales era el “disparo del cañón”: Un pequeño cañón de aproximadamente 250 kilogramos de peso, era cargado con su correspondiente proyectil y con algo mas de medio kilogramo de pólvora.

Raffetto colocaba el arma en forma cruzada sobre sus hombros, y entonces se producía el disparo.

Nadie pudo, salvo el, repetir aquella hazaña tan promocionada en los periódicos de la época.

Las anécdotas de Don Pablo pueden contarse de a cientos, y muchas de ellas ocurrieron en Rosario, donde gerenciaba el llamado Politeama Humberto I.

Mas que una sala de espectáculos, tratábase de un galpón donde se presentaban casi todos los circos que pasaban por la ciudad.



Para acceder al citado galpón, había que cruzar un largo patio descubierto, el cual resultaba poco cómodo en época de lluvia, porque los espectadores terminaban mas que remojados, antes de llegar a la sala donde se desarrollaban las funciones.


Muy emprendedor y lleno de inquietudes, cuando se retiró como luchador, se convirtió en director de pista y luego en empresario circense.

Su castellano completamente cruzado con su genovés original, hacía que la gente se destornillara de la risa, en sus graciosos diálogos con los payasos en la pista.

Fue uno de los pioneros del circo criollo argentino.


Los magos japoneses, propaganda e incendio

Como detalle anecdótico, en Europa, y como propaganda de los circos, se usaba por aquellos tiempos los avisadores en las calles.

Incluía la citada actividad entre otros curiosos personajes, a los famosos hombres sándwiches, quienes portaban carteles publicitarios sobre pecho y espalda, colgando de sus hombros.

Pero en la ciudad de Berlín en Alemania, tenían un puesto distinguido los avisadores de calles con paraguas, y ataviados con vestimenta especial.

El uso de paraguas era similar al estilo de la actual fórmula 1, o de importantes encuentros deportivos futbolísticos, aunque los avisadores han sido desplazados por hermosas damas, que “incrementan el valor publicitario” en mi opinión.

En la fotografía se puede observar a dos de aquellos avisadores, anunciando la pantomima “A través de parís”, que era representada en el Circo Schumann.

Volviendo a nuestro personaje, en 1887 en Rosario, debuta en el Politeama Humberto I de Raffetto, la Imperial Compañía Japonesa.

El popular 40 onzas, quería que todos se cercioraran que los japoneses que había importado eran verdaderos, por lo cual trataba de demostrar que solo se mantenían a arroz hervido, y que sus largas trenzas eran reales.

A toda hora podía verse a los orientales empachándose con kilogramos y toneladas de arroz, y acomodándose sus trenzadas coletas en la puerta del establecimiento.

Pero Raffetto iba mas allá, y paseaba a los japoneses por las calles de la ciudad en dos grandes jardineras (especie de carruaje abierto y con toldo), acompañados por una banda de música, cuya principal excelencia, en opinión del periódico local, era tener pulmones de acero, porque desafinaban como pocos.

Para más datos, el empresario pregonaba con desaforados gritos, los exóticos nombres de pila de los artistas:

Ka Chi Tkin
Chin Prink Thi
Kutk Rintkn Chiptk, y otros varios por el estilo.

Vaya a saber uno si eran los verdaderos, pero lo que era cierto que tales nombres, motes, o apelativos, seguramente no serían recordados por nadie al segundo de haberlos oído.

Lo que sí llamaba poderosamente la atención, era todo aquel recurso publicitario montado por el 40 onzas, un tanto diferente al utilizado en Europa.

Pero así era Raffetto, todo un personaje.

Se ocupaban los japoneses de equilibrios sobre alambres, acrobacias con distintos elementos, y también ejecutaban pruebas de magia.

Durante una de las funciones, se produjo una gran alarma entre los espectadores, debido a la imprudencia de uno de los artistas orientales.

El circo estaba lleno hasta el tope de niños pequeños, la mayoría de ellos acompañados por sirvientes.

En esa circunstancia, uno de los japoneses ejecutaba una prueba de prestidigitación, incendiando unas tirillas de papel, para después de una explosión, hacer aparecer una larga cinta.

Pero otro de los artistas, parándose en el centro de la pista gritó a viva voz: ¡ Fuego!, ¡ Fuego !, ¡ que se quema el circo !.

Podemos imaginar el susto de la concurrencia, y como debe haber salido disparado todo el público hacia la salida.

En realidad, se trataba de una falsa alarma, ante un principio de incendio en uno de los camarines, pero pronto fue sofocado.

Quizás todo fue preparado, porque durante toda una semana la prensa solo habló del incendio y de los japoneses, y el Politema rebalsó de público en cada función, a pesar que de ser cierto lo del fuego, podía haber ocurrido toda una desgracia.

17 noviembre 2009

Artistas magos, presuntos agentes de espionaje

Presunto: dícese del que se supone o sospecha que ha hecho algo, aunque no haya sido demostrado (Diccionario de la lengua española Espasa-Calpe)

A través de los tiempos, y desde tan lejos como mediados de 1500, se han conocido innumerables casos de magos, quienes han realizado horas extras, cumpliendo un trabajo adicional a la magia: espionaje

El tema de los magos espías comprobados, será motivo de otro escrito.

En este, veremos aquellos artistas que habiendo sido o no, agentes o informadores, han sido acusados de tales faenas, aunque no haya información suficiente que lo compruebe.

En épocas difíciles de guerras o conflictos, el trabajo de mago se prestaba para tales menesteres: pase libre en sus continuos viajes avalados por sus tours, contacto con numerosas personas, etc.

Fuere porque con sus acciones hayan generado fundadas sospechas, o porque ellos mismos lo hayan relatado verbalmente, o porque lo dejaran plasmado en sus memorias, lo cierto es que han trascendido muchas anécdotas referidas a este tema, de las cuales solo se incluirán aquí algunas de ellas.

Justamente por considerarse espías presuntos, pocas líneas se han publicado, y lo que sigue, es la información que he leído sobre el tema.

Coronel Jean Eugene Leitensdorfer (1772 – 1845)

Personaje interesante, y aventurero como pocos.

Nacido en la zona del Tirol como Gerrasio Probasie (o Probasco) Santuri, aunque llegó a usar cuatro o cinco nombres distintos durante toda su vida.

En cuanto a sus ocupaciones u oficios, también fue bastante versátil: soldado, granjero, pintor, y por supuesto mago, por nombrar solo algunos.

Peleó en la guerra austro – turca, donde tuvo que desertar al matar en un duelo a un compañero de armas, y en la de Trípoli, después de la cual viajó a Estados Unidos, donde se radicó.

Justamente entre los conflictos mencionados anteriormente, se enroló en el ejército francés, donde fue acusado y encarcelado, sospechado de ser un espía.
En la prisión, buscó los medios para escaparse, no encontrado mejor solución que envenenar a sus guardias huyendo entonces a Suiza.

Su trabajo como mago comenzó en los Estados Unidos en 1809. Su rutina mas conocida, era la restauración de una carta, la cual había sido quemada previamente.

En la Gazetta de Missouri, en 1814, anunciaba un espectáculo de deporte recreativo de matemáticas y física, y en otro aviso, afirmaba que podía cortar la cabeza de un pollo vivo, y luego recomponerla en su lugar.

Dr. Lynn (1831 – 1899)

Magia en Japon Mitsunobu  Matsuyama
El mago inglés Hugh Simmons, fue inventor de la ilusión conocida como Thauma, y llegó a trabajar con bastante éxito durante tres años en el Egyptian Hall, donde compitió con el reconocido espectáculo de Maskelyne y Cooke.

Los dos shows mencionados, se presentaban simultáneamente en distintas salas del Egyptian.

Obtuvo mucha fama con la ilusión Vivisection, una versión propia de la Palingenesia del mago francés Tobin.

La misma consistía en la descuartización de un hombre, el cual era luego restaurado. Este fue el efecto que tanto impactó a Houdini, cuando vio ejecutar esta ilusión al Dr. Lynn.

El mismo Lynn, relata que durante la guerra Franco-Prusiana, conflicto que tuvo lugar entre 1870 y 1871, fue arrestado, al ser acusado de espía.

Samri S. Baldwin (1848 – 1924)

Médico de profesión, y de educación refinada, fue conocido como White Mahatma.

Toda una incógnita para el público. Presentaba su trabajo como vidente genuino, pero por otra parte, era un desmistificador de fraudes espiritistas.

Su espectáculo consistía de transmisión del pensamiento, hipnosis, telepatía, sonambulismo, y temas relacionados.

Escribió un libro donde explicaba trucos espiritistas.

Fue uno de los grandes showmans de su tiempo, e hizo alrededor de 13 tours mundiales.

Durante la guerra civil norteamericana, Baldwin se salvó por poco de ser colgado, al ser acusado de espía.

Ya con un lazo corredizo sobre su cuello, y habiendo perdido sus papeles de identificación, e impotente ante toda esa circunstancia, su vida fue salvada milagrosamente, cuando un oficial creyó en sus palabras y lo dejó libre.

Charles A. Nicol (1873 – 1958)

Utilizó varios nombres durante su carrera Charles Nicol, Von Arx, y también Chasan.

Era hermano del Gran Nicola.

Una de sus rutinas era la detención de la bala, en el cual utilizaba un rifle de origen alemán.

Resulta que en una gira por la India, fue arrestado tres veces, confiscándosele aquel rifle, por ser sospechado de espía alemán.

Pero no solamente le decomisaron aquel fusil, sino que todos los elementos que componían el show completo fueron requisados durante una de esas investigaciones.

Cuando todo fue aclarado, le devolvieron sus implementos, pero las ilusiones estaban en tan mal estado, y tan deterioradas, que el tour debió cancelarse.

Wilbur Weber (1885 - ????)

Conocido profesionalmente como Profesor Magi, nació en 1885 en Middletown.

Durante la 1ª guerra mundial, fue contratado por el Departamento de Justicia norteamericano, para trasladarse a la zona minera de Idaho y Montana.

Su tarea era la de infiltrarse entre los miembros de una agrupación sindical de origen anarquista (comunistas según el mismo Weber), que estaban realizando sabotajes y usaban tácticas que obstruían los progresos que se estaban obteniendo en cuestiones bélicas.

El Departamento de Justicia adquirió varios de sus elementos de magia, y de esa manera, el ilusionismo se convirtió en la “cubierta”, mientras realizaba sus tareas de inteligencia.

Su espectáculo consistía en magia clásica.

Era también pastor metodista.

Se interesó por el tema de la hipnosis bajo el punto de vista científico.

Barón Von Reinhalt

Mago alemán, al que se lo conoció como Barón Von Reinhalt, pero en los días previos de la 2ª guerra mundial, cambió su nombre artístico a Barnum.

No es seguro, pero su nombre podría haber sido Jacobo Grand.

Trabajó mucho en Argentina en cines (nùmero vivo) y teatros, y también en España.

Habilidoso, sus espectáculos eran al estilo de Dante, con toneladas de equipos y 16 asistentes en escena.

De acuero al mago y ventríloco español Claudinet (ya fallecido), radicado en Argentina, quien trabajó con Barnum, llegamos a saber acerca de rumores que aquel ilusionista alemán usaba la magia como pantalla, para realizar tareas de inteligencia a favor de su país.

09 noviembre 2009

Cuenta Elmsley - ¿ Y el crédito para Edward Victor ?

La mayoría de los magos, conocen o han realizado alguna vez la cuenta Elmsley. El nombre de este famoso pase fue bautizado de esta manera, en honor a Alex Elmsley, que fue quién la originó.

Pero no ha sido muy difundido que en realidad la cuenta “cuatro como cuatro”, es una variación de un pase, producto de la originalidad del mago Edward Victor, que fue quien lo inventó.

He preguntado a muchos compañeros cartomagos, y muchos de ellos no han oído nombrar a Victor.

No es que tengan la obligación de conocerlo, lo que quiero destacar, es el poco crédito que se le ha dado a aquel mago, en el desarrollo de la cuenta Elmsley.

Ciertamente la contribución de Elmsley fue importante y no se pretende acusarlo de “tomar prestado” el pase, pero lo cierto es que el crédito a Victor ha sido muy tibio, o ha pasado casi desapercibido, en la mayoría de las publicaciones o escritos sobre este pase.

No es la intención cargar contra la ética de Elmsley, sino la de rescatar la figura de Edward Victor, sin cuyo aporte, vaya uno a saber si hoy tendríamos a mano la cuatro como cuatro.

Cuenta Elmsley


En 1959, fue publicada por primera vez por Elmsley, en el efecto conocido como El truco de las cuatro cartas.

La cuenta de cuatro como cuatro, es aplicada en la pagina 173 del libro Ultimate Secrets of Card Magic, en el juego Una variante de Vernon, donde El Profesor refiere que ese pase, es una ingeniosa adaptación (de Elmsley), de un movimiento originado por Edward Victor en su efecto comercializado como E-Y-E.

La cuenta es explicada en detalle en la pagina 5 de More Inner Secrets of Card Magic, en el efecto de Vernon Girando los ases (Twisting the aces).

Quien fue Edward Victor (1887-1964)

Nació en Inglaterra con el nombre de Edward Victor Neuschwander.

Excelente manipulador, autor de varios libros sobre el tema, y un ejecutante de sombras chinescas como pocos.

Inventó “Los pañuelos simpáticos”, y era famoso por algunas de sus rutinas, como las cartas que se achican, las 11 cartas, juegos de sogas, etc.

Su rutina 20 Efectos en una caja de fósforos, fue también uno de sus éxitos.

Se presentó en los mas importantes teatros de Londres y otras ciudades de Europa, trabajando durante cuatro años para Maskelyne en el St. George's Hall de Londres.

El efecto E-Y-E

Consistía de 3 cartas, con las letras E, Y, E, de allí su nombre, con las cuales el mago creaba una serie de efectos sorprendentes.



Decía la propaganda de un Magazine Gen de 1955:

“Son usadas solo 3 cartas sin trucar, y pueden ser examinadas cuando los espectadores lo deseen.

Puede realizarse un gran efecto de close up, y deslumbrar durante quince minutos con las cartas en sus manos. Las 3 cartas son dispuestas formando la palabra EYE (ojo).

Abriendo en abanico y con los dorsos hacia arriba, se solicita al espectador que retire la letra Y, pero el público nunca acertará y retirará la letra E.

Explicando que la mano es mas rápida que el “ojo”, el mago muestra claramente que ahora tiene en sus manos 3 cartas con la letra E.

Muestra nuevamente las cartas, y se observa que las 3 tienen ahora estampada la letra Y.

Dos de ellas se transforman visiblemente en letras E, formando como al principio la palabra EYE. Una de las cartas E, se separa y se deja sobre la mesa.

De las dos restantes (E e Y), se le solicita al espectador que retire la letra Y, pero falla nuevamente porque las dos cartas tienen estampada la E, ya que la carta separada previamente era la Y !!.

Cambiando la impresión de las letras mencionadas (EYE) por otras, o bien usando tarjetas personales, Ud. podrá generar rutinas diferentes con el mismo principio.

El precio de este efecto: 1 U$D."

En Inglaterra, Ken Brooke comercializó EYE, y algunos años mas tarde fue cuando la Elmsley comenzó a ser conocida.

Karl Fulves en el volumen 2 de su libro Methods with cards, también menciona a EYE como fuente de la cuenta.

Y esta, según he leído, es la historia de la Elsmley, o cuatro como cuatro.

Si a alguien le interesa, tengo a disposición una rutina de Tony Griffith (en inglés), aparecida en una Genii de 1985, inspirada en un efecto de Ken Brooke y el EYE de Edward Victor.

03 noviembre 2009

Como se “inventa” un efecto mágico

Habemos muchos que no tenemos capacidad suficiente como para inventar un nuevo juego de magia, pero en cambio para otros, la creatividad es algo así como una rutina.

Desconozco cual es el mecanismo para “llamar” las nuevas ideas, pero es probable que no funcione en todos los casos de la misma manera.

Mucho se ha escrito acerca de cual ha sido el disparador para la creación de nuevos efectos, pero solo como muestra, bastaran dos ejemplos de un famoso mago inglés de principios del siglo XX, los que indicaran como fueron desarrolladas dos ilusiones muy conocidas de aquel tiempo, una de las cuales sigue siendo presentada por los grandes magos de hoy día.

David Devant: inventor, Henry Bate: mecánico – El problema de Diógenes

Poco antes que el gran David Devant conociera a Henry Bate, este habilidoso mecánico y constructor de ilusiones, había inventado un efecto, en el cual, un pañuelo desaparecido, reaparecía dentro de un pequeño tubo de bronce, el cual había sido sellado con papel en ambos extremos.

A Devant le encantó la idea, pero como el tamaño del aparato era muy pequeño, le pidió a Bate que pensara el mismo efecto, pero fabricado a escala tal, que pudiera ser presentado en un escenario.Fue así como nació la ilusión conocida como “El problema de Diógenes”.

La inspiración de Devant contribuyó con el argumento, y su presentación resultó todo un éxito.

Seguramente la aparición del pañuelo, nada tenía que ver con el método usado para la aparición de Diógenes, pero el disparador en este caso, fue la necesidad de crear un efecto de escenario, partiendo de una magia de cerca.

El efecto consistía en que se mostraba un barril vacío, sin tapa ni fondo, y sus extremos eran tapados con papeles marcados por el mismo público, a fin de demostrar que los papeles eran los originales y no habían sido cambiados.

Una lámpara se introducía dentro del barril, y su iluminación interior, reforzaba la idea que seguía vacío.

Al instante, una sombra aparecía en el interior, y rompiendo el papel salía del barril, el encorvado personaje del filósofo Diógenes, ya anciano, acariciando su larga barba, y con su vestimenta de pordiosero, rememorando la anécdota de su encuentro con Alejandro Magno.

Aunque muchos magos presentaron esta ilusión, Devant insistía que las copias no eran buenas, porque ninguna de ellas usaba el “método original”, por lo cual la mejor parte del efecto, según él, nunca había sido reproducida.

Esta fue una de las pocas ilusiones que Devant nunca explicó, ni siquiera en sus propios libros.

En un artículo que Bate escribió en 1924, el constructor recordaba que este efecto tuvo un solo error: en una oportunidad, el asistente que representaba el papel de Diógenes, en un descuido totalmente inexplicable, perdió su peluca y su barba durante la aparición, y en lugar del “viejo” filósofo, hizo su aparición un hombre joven de fresco semblante.

Probablemente el más impactado por tal aparición, debe haber sido el mismísimo Devant, que era quien presentaba la ilusión.

La desaparición del motorista con su máquina - Biff

El segundo de los casos, es la ilusión llamada Biff.

Conversando con un aficionado escocés, Devant le mencionó que estaría dispuesto a gratificar cualquier idea fresca para incluir en su show.

Recibida la propuesta, el mismo Devant encontraría la manera de realizar el juego. En otras palabras, solo pedía que le propusieran un efecto, no solicitaba el secreto o la resolución.

Al día siguiente, aquel aficionado escocés, le sugirió la desaparición en escena de una moto en marcha junto a su conductor.

Luego de pensar algunos minutos, el mago inglés aceptó y pagó 10 libras por la idea. Una gran suma en aquella época.

Aquí la base, era partir de alguna idea interesante, sin importar su método de resolución, el cual sería desarrollado a posteriori.

Meses después de recibida la idea, en diciembre de 1913, Devant presentó una nueva ilusión: "BIFF", la que consistía en mostrar una gran caja vacía, donde entraba una motocicleta en funcionamiento con su conductor.

Se levantaba todo el aparataje mediante alambres, quedando todo suspendido en el aire.

El mago con un equipo desintegrador que llamaban D.D. Rays (Drastically Disolving Rays ), apuntaba hacia la caja. Los rayos cumplían su objetivo, y todo el maderamen se deshacía cayendo en pedazos al piso.

Ni rastros de la motocicleta, ni de su conductor, y todo por el enorme poder de aquel rayo mágico invisible.

En la década del 70, el genio mágico canadiense Doug Henning, presentó este efecto, con el ingrediente importante, que en el momento de la destruccion de la caja suspendida con la consiguiente desaparición, el conductor y su moto reaparecían entre el público, y en el medio del estudio donde se realizaba aquel especial de televisión.

No podía quedar fuera de esto David Copperfield, quien desde hace muchos años también realiza el mismo juego. Muchos magos siguen presentando hoy día esta desaparición.

Acusación de Plagio

Aunque tanto Devant como Bate fueron artistas que tuvieron una producción importante, hay documentación con algunas acusaciones muy duras para con estos creativos.

En 1907, dos magos también ingleses, Julián Wylie y Oswald Williams, acusaron a David Devant y a Henry Bate, de apropiarse de una idea que no era de ellos.

Según los damnificados Wylie y Williams, ambos le habían comentado a Bate una idea sobre una nueva ilusión, que consistía en la transformación de un huevo ordinario a uno gigante, de donde luego aparecía una dama.

Parece ser que Bate no guardó reserva alguna, y se la comunicó a Devant.

Al poco tiempo, la dupla Devant – Bate, presentaron en Viena “su nueva ilusión” que llamaron El desayuno gigante: Una cara gigante con forma de huevo, era dibujada sobre un papel en un marco suspendido en el aire.

Repentinamente se rompía el papel, y aparecía un huevo gigante, del cual surgía luego una hermosa señorita, vestida de pollo, o mejor de “gallina”.

Hubo una seria disputa entre los cuatro involucrados, con duros cruces de cartas a través del Circulo Mágico de Londres, pero aquel litigio nunca fue resuelto, y quedaremos con la duda, hasta que algún estudioso del tema, arroje luz sobre el particular.

Referente al asunto de las invenciones, ha habido muchos pleitos, y hechos comprobados, en que artistas importantes, han comprado o copiado ideas, que luego han vendido como de su propia cosecha.

Esto por supuesto también es otra manera de inventar efectos mágicos, ¿ o no ?